David Shoshan, residente de la ciudad israelí de Haifa, demandó a Dios, exigiendo la emisión de una orden de restricción contra el todopoderoso por ser especialmente duro con él en los últimos años.
La noticia fue difundida por The Times of Israel. Sin embargo, el hombre no especificó ante el juzgado cómo se manifestaba la actitud negativa del demandado.
Dios no se presentó para la sesión y el juez denegó la petición, indicando a Shoshan que necesitaba ayuda de otras instituciones, no del juzgado.
El hombre llevaba tres años intentando obtener la orden de restricción de la Policía, que por su parte, solo mandó una patrulla a su casa en diez ocasiones.