Por muy grandes que sean las ballenas, su organismo no puede acumular una cantidad excesiva de plástico, al tiempo que tienen grandes dificultades para digerirlo, algo que suele ocurrir con relativa facilidad.
Aún así, no es frecuente encontrar pruebas evidentes de la amenaza mortal que supone su ingesta, tal y como ha ocurrido con el hallazgo de una ballena muerta que guardaba 20 kilos de plástico en el estómago.
El animal pesaba 50 toneladas y medía 14 metros de largo, pero estas cifras no son nada fuera de lo común, en realidad. Lo impactante se encontró durante la autopsia que se le practicó, pues se encontraron en su organismo 59 objetos de plástico que pesaban alrededor de 20 kilos.
Una ballena con 20 kilos de plástico en el estomago fue encontrada muerta en la costa holandesa de Helling.Según se informó, la mayor parte del material encontrado procedía de las cubiertas de plástico que usan en los invernaderos de los Países Bajos para cultivar tomates.
El animal pesaba 50 toneladas y medía unos 14 metros de largo. Durante la autopsia que se le practicó, se encontraron en su organismo 59 piezas de plástico que pesaban unos 20 kilos.
El caso es similar al hallazgo registrado en marzo en las costas andaluzas, cuando también una ballena fue encontrada muerta a raíz de la ingesta de plásticos de los invernaderos de Almería y Granada.
Plásticos de invernaderos
Así es, los desechos plásticos que acaban en el océano son un grave peligro para las ballenas. No en vano, hace menos de un año hubo un caso similar en las costas españolas, cuando se encontró una ballena muerta por la ingesta de plásticos procedentes de los invernaderos andaluces.
La ballena apareció sin vida en la costa holandesa de Heling, por lo que murió muy cerca del lugar que podría haberle causado la muerte. En concreto, la mayor parte del material encontrado en su interior era un plástico típico utilizado en los invernaderos de los Países Bajos para cultivar tomates.